En primer lugar, hay que destacar la gran aportación de alimentos que hizo el alumnado junto con sus familias, transcurriendo todo con total normalidad.
Por otro lado, se efectuó una evaluación de esta actividad mediante rubricas que adjuntamos en la imagen que se puede ver bajo estas líneas y que constituyen los aspectos que hemos evaluado a la hora de realizar esta actividad.
En resumen, podemos decir que el análisis que realizamos de este proyecto es muy positivo por los aspectos que pasamos a comentar a continuación.
Los alumnos han sabido relacionar y aprender las ideas que se han puesto en marcha a lo largo de la actividad, empleando para ello un lenguaje oral y escrito adecuado y con una implicación y respeto de las normas muy aceptables.
Se ha apreciado a un alumnado muy implicado, en el que han puesto en marcha una serie de competencias como la de seleccionar información, buscarla, sintetizarla, compartirla, etc... que han conseguido que los alumnos y las alumnas hayan sido más autónomos e implicados en sus tareas al ser ellas y ellos el agente activo de sus aprendizajes.
Aparte de lo anterior, también se ha conseguido una mayor cohesión en la clase, apareciendo un mejor clima de convivencia en la clase y consiguiendo el objetivo principal que nos marcamos al principio de esta actividad como era que los alumnos experimentasen e hiciesen acciones a favor de la Paz.
Por tanto y en resumen, esta actividad ha servido para demostrar que otro tipo de aprendizaje es posible en el que los aprendizajes que un alumno o alumna consiga no quede dentro de las paredes del aula, si no que salgan fuera de esas cuatro paredes y puedan aplicarlo a su vida cotidiana como así ha ocurrido con esta tarea.